sábado, 8 de diciembre de 2007

El metro de Tokyo

Seguro que habéis visto alguna vez la típica foto en la que salen decenas de japoneses intentando meterse en un vagón como pueden. Bueno, yo no necesito ninguna foto, porque lo vivo todos los días. Diariamente tengo que coger considerada más ajetreada línea de Japan Rail, y luego hacer transbordo otra línea, que sería equivalente a la línea 6 del metro de Madrid (es decir, la línea circular, que no para nunca), y que siempre está llena de gente. Así que esa foto no se me olvida fácilmente.
No me quejo, estoy muy agradecido de vivir en esta ciudad, y de la ayuda que me prestan sus ciudadanos. Pero esta forma de vivir el desplazamiento diario tan especial, creo merece ser contada para que todo el mundo sepa cómo viven los japoneses de Tokyo (vuelvo a hacer hincapié, que Tokyo es Tokyo, otras ciudades japonesas no tienen este ritmo de vida).

La estación que recibe más ciudadanos en un día no es americana, ni inglesa. Es japonesa. La estación Shinjuku recibe todos los días 800.000 personas. Es cierto que tiene muchas líneas y todo eso, pero es impresionante que todo el rato, continuamente, esté abarrotada. Es una estación tan grande e inmensa, que se hace un poco difícil ir andando de una boca a otra de la propia estación (tiene 5 grandes bocas, cada una equivalente a una estación, dada su gran extensión).
Por supuesto, otras estaciones importantes le siguen el ritmo muy de cerca, como podrían ser Shibuya, Ikebukuro, o Tokyo. Vayas a donde vayas en hora punta, los vagones están repletos de gente. Las líneas más concurridas necesitan un andén entero para cada sentido, así que el otro sentido del andén no se usa (la cola es tan grande que sería muy peligroso tener dos sentidos en el mismo anden).
A primera hora de la mañana es muy normal quedarse fuera del vagón porque no hay espacio para tí. Pero siempre hay alguien, que esperando detrás de tí al siguiente tren, se apresura a meterse como puede en el vagón, hasta que lo consigue (normalmente lo consiguen). Hasta las 9 de la mañana, los operarios controlan para que nadie se cuele y se respete a la gente que sale del vagón, pero a partir de esa hora, la cosa cambia bastante.
Estos operarios usan guantes blancos, que en alguna ocasión servirán para recolocar a la gente que rezume del vagón.
En otra ocasión hablaré del vagón rosa que utiliza en horas punta, exclusivo para las mujeres, a fin de evitar tocamientos inesperados.

El humor de la gente que está dentro de los vagones, más que humor es humo negro que saldría de la cabeza de más de uno. En ese estadio, reina la ley del más fuerte para sobrevivir. Encontrar el mejor sitio, y lo siento si tu no puedes tener los dos pies en el suelo y tienes que estar colocado de una manera digna de trapecista. Pensaréis que exagero, pero en algunos momentos esto es cierto, porque un servidor lo ha vivido en sus carnes.
El otro día, una señora agarró la bufanda de otra señora que no conocía, a modo de barrera, con el fin de no dejarme pasar. En fin, la gente está muy estresada cuando viaje en Japan Rail o metro, así que yo no se lo tengo en cuenta, porque en condiciones normales, el ciudadano de Tokyo es una persona muy amable, y siempre se han portado muy bien conmigo, siempre y cuando no estemos viajando en metro.

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